Ayer tuve, otra vez, la enorme suerte de tener una invitada maravillosa a las sesiones de cuentos de Burma: Frances Quinn, de Irlanda del Norte, contando «Historias de Irlanda»
Frances es narradora y actriz, y le interesan especialmente los cuentos tradicionales, las historias irlandesas muy antiguas.
Pasó por Madrid buscando intercambiar saberes y encuentros con narradores de aquí, y así fue como participó en varias actividades de la Asociación Madrileña de Narración Oral, MANO, a la que pertenezco. Y así fue como la tuvimos contando en Burma.
Pero la contada no se quedó ahí. Uno de los intereses de MANO es la narración a varias voces, así que aprovechamos para preparar una sesión muy internacional, intercultural y multilingüe, y especialmente muy divertida. En Lavapiés, como tiene que ser cuando se habla de diversidad. Y aprovechando que ya habíamos aprendido a hacer este tipo de eventos, gracias a los que hacemos con Asilim (esto)
La cosa transcurrió así:
Frances abrió con una historia épica, medieval, sobre un juglar y un rey y una guerra y la muerte. Nos dejó a todos con el corazón encogido. Pero entonces se apiadó de nosotros e hizo otra historia tradicional, de la época en que no existían los espejos. Y ahí nos partimos de risa.
Después hicimos ella y yo un cuento a dos voces, una historia tradicional del noroeste de Irlanda, sobre un pescador y una sirena. Este cuento es muy conocido allí porque lo narra una canción popular, que Frances cantó allí, a capella, como quien no quiere la cosa. Ella contó en gaélico. Y yo la acompañé en castellano. Y me lo disfruté mucho muchísimo.
Después tomaron el relevo en la «traducción» mis compañeros Andrea Ortuzar y Simone Negrin, acompañando a Frances en una historia desternillante sobre… ¿un fantasma? A tres voces esta vez: inglés, castellano e italiano.
Y luego Frances hizo gala de un tono intimista y dulce para contar una historia emocionante sobre sueños y realidades y mariposas blancas. Una preciosidad.
Mira, este es el resumen en fotos:
Gracias Frances por tu arte y tu estupendo sentido del humor. Y gracias al Consejo de las Artes de Irlanda del Norte, que ha hecho posible que ella estuviera por aquí. Y gracias a la cónsul de la Embajada de Irlanda, por acompañarnos en la sesión.
Y por supuesto, gracias a Burma por ser nuestra casa y a MANO por ser tan chula, y especialmente a todo el público que hizo que la sesión fuera FANTÁSTICA.
Las fotos son de Victoria Gullón (gracias) y mías.